En unos días tan complicados como los últimos que hemos vivido el sevillismo, en los que hemos visto a un equipo que nos ha avergonzado a prácticamente todos y no por haber perdido sino por como lo ha hecho, las opiniones se mueven por todos lados circulando a la velocidad que la tecnología actual nos permite.
Comienza otra vez a abrirse la grieta que se inicio con el debate de Jiménez si o Jiménez no, a unos nos acusan de pelotas, oficialistas, conformistas… y a otros de pitadores, críticos…
Opiniones hay más que botellines y para mi todas son respetables, unas las comparto más que otras pero respetar, las respeto todas.
Increíblemente después de una temporada complicada en la que el Sevilla ha estado por debajo de lo que todos esperábamos desde el principio, la afición ha estado callada, al actual mister se le ha aguantado meteduras de pata como para partirse hasta la rodilla, y prácticamente nadie ha alzado la voz, como se hizo en anteriores temporadas con otros entrenadores, pero la paciencia tiene un límite y tras las últimas actuaciones del equipo, las voces se han convertido en gritos, gritos pidiendo socorro, gritos pidiendo que alguien haga algo, gritos pidiendo que esto se acabe ya.
En uno de los peores partidos vistos en el Ramón Sánchez-Pizjuán, cuando el equipo rozaba el ridículo más espantoso con un resultado que ha pasado a la historia como el más abultado encajado en los 106 años de historia, la afición volvió a dar una lección de vergüenza torera a los jugadores, animando sin parar y desgañitándose por este equipo, por este escudo, por esta bandera y por esta camiseta y pitándoles a los jugadores cuando una vez acabado el partido estos se acercaron a los Biris a aplaudirles su apoyo.
En esta situación los más críticos vuelven a pedir responsabilidades a diestro y siniestro y a acusar a del Nido y Monchi como los responsables de este desaguisado y a pedir su marcha. Algunos quieren que todo lo que está pasando salga a la luz y se aclare para que todos sepamos que está pasando.
Y como comencé diciendo es una opinión tan respetable como la mía o como la de otros sevillistas y que yo aunque no comparta SI RESPETO.
Mi opinión al respeto es que los mismos que nos hicieron conseguir los éxitos, son los mismos que están ahora, ¿Qué se han equivocado? SI, ¿En todo? NO. Lo que no me cabe la menor duda es que están trabajando para arreglar esto de la mejor manera posible y que si a alguien le duele la situación actual tanto como a nosotros, es precisamente a ellos.
Yo siempre digo que para mi el Sevilla FC es un poco como un hijo. Yo, como cualquier madre, quiero profundamente a mi hija, y sé cuales son sus defectos y sus virtudes, e intento corregirle aquello que a mi juicio no está haciendo bien, pero que nadie venga derramando mala leche por todos lados y amparándose en que viene de buena fe, a decirme los defectos de mi hija porque entonces saco las garras, me convierto en una loba y doy dentelladas por todos lados.
Es evidente que cuando hace algo mal, como padres que somos mi marido y yo hablamos con ella y ponemos los medios a nuestro alcance para que no vuelva a pasar, a veces con una simple charla basta y otras hay que recurrir incluso al castigo, privándola por un tiempo de cosas que le gustan como Internet, salir con los amigos, ver la tele,….para hacerle ver que su actitud no es la adecuada. Pero una cosa es que en casa se resuelvan los problemas que hay y otra cosa es que tengamos que airearlos y que los se enteren hasta en Australia.
Yo estoy absolutamente segura de que el actual consejo de administración del Sevilla FC está tan cabreado como nosotros, que lo que los aficionados vemos ellos lo han visto antes, que sabe perfectamente en qué se han equivocado, que conocen todos y cada uno de los problemas que hay en el vestuario, de qué pie cojea el mister, y que están haciendo lo posible e imposible para corregir la actual situación, pero también entiendo y comprendo que no todo tiene que salir a la luz, que las medidas que se hayan estado tomando, que se están tomando o que se tomen en el futuro, no pueden y además no deben salir a la luz. Son muchos los enemigos del Sevilla FC, que están al acecho esperando como buitres a tener la más mínima oportunidad para lanzarse a picotear lo que ellos querrían que fuera un cadáver listo para ser devorado.
Así al menos es como lo veo yo.