Decía en el último post que era la primera vez que Manzano jugaba en Europa, que era la primera vez que el Sevilla jugaba un partido entrenado por el jienense, y que podía ser la primera vez que el Sevilla ganara un partido de la Europa League y sumara tres puntos. Pues bien parece ser que como la primera vez esta ha sido tremendamente sufrida y al final disfrutada.
He leído y escuchado que ha sido una victoria injusta, francamente me importa un bledo, ha sido una victoria y punto.
He manifestado muchas veces que el fútbol es un estado de suerte, y al Sevilla, esta le había vuelto la cara desde hace algún tiempo. Hoy nos podían haber empatado el partido sino se pone el palo en medio, pero en los últimos partidos ¿cuantos goles han dejado de subir a nuestro marcador gracias a los postes y al larguero?
Es pronto para ver un cambio en el equipo y pienso que a Manzano le queda mucho trabajo por hacer, pero me ha parecido sentir que corren nuevos aires. Hoy el Sevilla ha sabido ganar sufriendo y eso ya es más de lo que habíamos visto en los últimos tiempos.
Curiosamente el jugador que menos ha aportado al equipo, Cigarini, (por cierto creo que esta no es la posición de este jugador), es el que ha conseguido marcar y por consiguiente ha sido el autor de la victoria.
Las cosas del fútbol.
Al comienzo de la segunda parte Schmelzer es expulsado por doble amonestación por simular una falta, y minutos después entra Kanouté por Cigarini, para mi uno de los mejores del partido junto a Cáceres. Es entonces cuando el Sevilla toca más el balón, aún así han sido ráfagas de posesión.
Los alemanes se adentraban en nuestro área con una facilidad pasmosa y los 5 minutos de descuento que da el arbitro, han sido de infarto. Cáceres saca un balón de debajo de los palos cuando el campo ya cantaba el gol, también es verdad que Negredo podía haber resuelto el partido en una jugada la final, pero un bote del balón, cuando iba a rematar se lo impide.
Los tres puntos de esta noche nos dan esperanza y alas, de haber perdido esta noche practicamente nos hubiéramos despedido de la aventura europea de este año, además victoria sicológica para devolverle la autoestima al equipo.
Y ahora a dormir plácidamente.