Encefalograma plano

 Decepción, desengaño, desencanto, desilusión,  frustración, disgusto, enfado y cabreo, tela de cabreo.

¿A qué jugamos? ¿Qué está fallando? ¿Es el estado físico? ¿Es el esquema de juego?

Los primeros minutos del partido han sido ilusionantes con un equipo que tenía una posesión de balón apabullante, pero a medida que pasa el tiempo el Sevilla se va desdibujando y el PSG empieza a meterse en el partido.

Yo me pregunto de qué sirve tanto toque, tanta posesión de balón si el juego es totalmente horizontal y no llegamos al área. ¿Qué ha pasado de nuestras bandas? Ni Navas, ni Capel ni Perotti han estado hoy a la altura que nos tienen acostumbrados.

Para mi el mejor de la primera  parte junto a Caceres, el canterano José Carlos.

Hemos pasado de Juan a Juanillo, si a Álvarez le hemos criticado su tardanza en hacer los cambios, hoy realiza los dos cambios en el descanso y saca de golpe a los dos jugadores que estaban creando juego y en su lugar entran Kanouté y Guarente y en ese momento el Sevilla empieza a hundirse poco a poco.

Y minutos después realiza el tercer cambio y entra Perotti por Capel, que tampoco es capaz de servir de revulsivo, y el equipo sigue cayendo en una pájara monumental, para colmo Navas se lesiona el tobillo y aunque sigue en el terreno de juego, si ya hasta entonces no había estado fino, ahora ya desaparece. En una jugada en la que Konko sube a suplir al lesionado Navas, el PSG en una contra marca.

El equipo cae entonces en picado y desaparece por completo, la grada se desespera y pita, solo animada por un par de jugadas de Zokora que es el único que parece serguir aún jugando al fútbol.

Me preocupa mucho, mucho, muchísimo lo visto en el terreno de juego hoy. No es perder es como se pierde, es no saber a qué jugamos, es la paupérrima imagen que estamos dando y sobre todo es la sensación de que con este entrenador no vamos a levantar cabeza.

Me contaba un socio de mi peña que el Sevilla siempre se había caracterizado en tener mejores entrenadores que jugadores y que en estos últimos años esa tendencia se había invertido. Y cada partido que pasa, le da la razón.

Cuando entró Jiménez se le achacaba que no había entrenado nunca un equipo de primera, pero al menos había entrenado. Pero es que Álvarez no tiene ninguna experiencia como primer entrenador. Es verdad que los objetivos que se le marcaron los cumplió, pero cada día me doy más cuenta que era  más por la inercia del equipo y la genialidad de Rodri, que por méritos propios.

Queremos tener buen trato de balón, pero eso que significa abrazarlo y  darle besitos ¿o qué?

A Jiménez se le achacaba que era defensivo pero al menos se sabía a qué jugaba, pero ahora ¿a qué jugamos? lo que más me  preocupa es que creo que los jugadores tampoco lo saben y lo que es peor me empiezo a cuestionar si el entrenador lo sabe.

Esto va de mal en peor, pero estamos empezando y aún hay tiempo de reaccionar y de cambiar, esperemos que lo hagamos y pronto.