Hasta siempre, mi italiano favorito

Terrible mazazo.

Todos sabíamos que Giulio estaba muy delicado de salud, que había sufrido varios infartos de los que había salido milagrosamente, pero siempre tienes la esperanza de que los médicos lo tengan controlado y se convierta en algo crónico, quizás lo que esté diciendo sea una estupidez, pero la noticia me ha caído como un jarro de agua fría y siento un profundo dolor y a la vez un vacío.

No sé como ha sido, leo en el blog de Jesús Alvarado que había ido a Punta Umbría a pasar el fin de semana. Al parecer, ha perdido el conocimiento y  ha fallecido.

Así, sin más.

Otro amigo que nos deja.

Recuerdo el día que lo conocí, como si fuera ayer, mi peña había sido invitado de público a la Bombonera y yo salí a hablar, y en el intermedio se acercó a mi, y me dio y la enhorabuena por mi intervención y su tarjeta porque yo había dicho que era aparejadora y el se dedicaba también a este loco mundo de la construcción.

Meses más tarde lo llamé para invitarlo a la inauguración oficial de nuestra peña y sin dudarlo dijo que si. Y vino como el siempre iba, perfectamente vestido con su traje, tan elegante como suelen serlo los italianos.

Luego llegó aquel 4 de julio que nos reunió a un grupo de blogueros en la peña de la Zurda de Diamantes, y a partir de ahí comenzó nuestra amistad.

El fue el alma de las noches mágicas de la Pepe Castro, era el que se curró los vídeos de la presentación de los invitados, el que moderaba las tertulias y el que las ideaba.

Muchas noches de charlas por facebook tuvimos, se hizo socio de la Pepe Castro y con el vimos varios partidos, acompañado siempre de alguno de sus hijos,  el día que mi marido cumplió años, Giulio le regaló una camiseta del Sevilla que le había regalado a él, Maresca.  ¡Casí ná!.

El era así.

Yo  muchas veces al principio por facebook y después por twitter le preguntaba ¿como está mi italiano favorito? y él siempre tenía una palabra amable.

Estoy rota, como todos los que le conocimos, se nos ha ido una amigo, se nos ha ido un hermano, pero sobre todo se nos ha ido alguien que sin ser sevillista de cuna lo era tanto como el que más, porque era genéticamente sevillista.

Hasta siempre amigo, nunca te olvidaré.