La educación os hará libres

Hablar  de Kanouté es algo más que hablar de uno de los mejores jugadores del Sevilla FC, es hablar de una persona comprometida con los más desfavorecidos.

Qué un jugador de fútbol pudiendo jugar con la selección de Francia país donde nació, elija jugar con la modesta selección de Mali, país de sus ancestros, indica ya mucho de la catadura moral de una persona cuyos méritos extradeportivos no tienen la menor importancia en comparación a los méritos humanos.

Este fin de semana su sueño se ha hecho realidad y ha podido inaugurar la ciudad de los niños de Bamako que ha sido construida a través de la Fundación Kanouté. El nombre de la ciudad es Sakina que en árabe significa paz interior. La verdad es que las escasas veces que he coincidido con él eso es exactamente lo que me ha transmitido, una inmensa paz interior.

Un periodista de Diario de Sevilla se ha desplazado hasta Bamako y cuenta en un estupendo artículo titulado de Nervión a Sakina , la inauguración de la ciudad de los niños.

El proyecto que ya es una realidad,  les va a dar una esperanza a los niños sin padres ni nadie que les pueda dar un futuro. En ella niños entre 5 y 18 años van a tener asegurados, lo que no debería faltarle a ningún ser humano, es decir, alimento, un lugar donde vivir, asistencia, y educación,  por que como bien dice el lema de la organización, la educacíón os hará libres.

Cuentan que Kanouté que habitualmente es una persona serena, no pudo controlar por una vez sus emociones y rompió a llorar  durante su discurso "Gracias a Dios, a los colaboradores y a los patrocinadores por haber hecho realidad este sueño. Y gracias a mi familia...". en este momento tuvo que parar porque las lágrimas no le dejaban continuar y haciendo un esfuerzo ímprobo pudo terminar.

Kanouté, al que los aficionados del Sevilla FC llamamos el Gigante de Mali, lo es de verdad. Los sevillistas siempre lo recordaremos como un crack, uno de los mejores jugadores que han pasado por la disciplina del equipo de Nervión, y uno de sus máximos goleadores, pero cientos de niños lo van a recordar siempre por darles la oportunidad de tener un futuro que de otra manera la vida les había negado, y esto último si que no tiene precio.

Gracias Kanouté.